En los últimos años, la mensajería instantánea se ha democratizado no sólo en nuestro día a día sino también para la vida laboral. Aunque los servicios de mensajería dentro del entorno laboral no son algo nuevo. Antes de la llegada de Whatsapp, Telegram, Slack o Messenger, ya había sistemas que servían para comunicarse en el entorno interno de la empresa.
La expansión de los smartphones y la aparición de las diferentes aplicaciones ha facilitado que la mensajería instantánea salga de las oficinas y llegue a millones de usuarios, millones de potenciales clientes con los que las marcas se quieren comunicar. Es así como las aplicaciones de mensajería instantánea se han convertido en un elemento fundamental del conversational commerce, del que ya hablamos hace unos meses.
Entre las aplicaciones más usadas y más conocidas están WhatsApp, Telegram, Hangouts, Slack, Skype, Facebook Messenger, WeChat, HipChat, Grape y GroupMe. Las funcionalidades, con algunos matices que las caracterizan, son bastante similares para todas: mensajes de texto, llamadas, grupos con número de integrantes que varía en función de la aplicación y el envío de archivos de distinto tamaño.
La última aplicación de estas características es Fluig Messaging: una especie de WhatsApp corporativo con control de seguridad para empresas, con la que además de intercambiar archivos y hacer videoconferencias, se pueden hacer anotaciones en tiempo real en cualquier documento, imagen o documento compartido, haciendo que la comunicación sea mucho más efectiva. “El usuario tiene la posibilidad de grabar la conferencia, guardarla dentro de Fluig (si es cliente de esta solución) y consultar el historial posteriormente”, explican desde la compañía.
Tal ha sido la expansión de estas aplicaciones que también ha surgido una para gestionar todas las aplicaciones de mensajería instantánea, Franz, cuyo objetivo es agrupar hasta diez perfiles de aplicaciones diferentes y facilitar al usuario su gestión.
En el contexto actual, y pensando en las posibilidades para tu empresa, las aplicaciones de mensajería instantánea tienen dos funciones fundamentales:
1- Coordinación de equipos de trabajo y proyectos: videoconferencias, creación de salas grupales, envío de archivos, sistema de notificaciones y la posibilidad de mencionar al resto de integrantes de la conversación. Entre las aplicaciones más indicadas para este tipo de tareas está Skype, Hipchat, Campfire (que permite hasta compartir código, algo muy útil para programadores) o Google Hangouts.
2- Establecer conversaciones entre la empresa y sus clientes, y entre la empresa y sus proveedores. Esto por un lado ofrece la posibilidad de
- Interactuar en tiempo real con las personas sin importar el lugar ni la zona horaria en la que estén ubicados.
- Introducir tácticas de personalización con el cliente.
- Iniciar una conversación dirigida a compartir promociones puntuales, a ofrecerles asistencia a la hora de resolver problemas con su producto, dudas o sencillamente a recoger opiniones sobre la calidad de tu servicio como profesional.
De hecho, los usuarios lo tienen bastante claro. El estudio Marketing trends 2016 elaborado por el Departamento de Investigación de Merca2.0 ha concluido que tanto a hombres como a mujeres les gusta interactuar con sus marcas favoritas por medio de estas plataformas.
Y tú, ¿utilizas estas aplicaciones con tus clientes? Cuéntanos tu experiencia y si crees que podemos ayudarte en algo, no dudes en contactar con nosotros.
Nos vemos en el próximo post de Prestigia.
